jueves, 22 de octubre de 2009

Jamás - Gabriel Tornabene

Qué me hace pensar,

que no te tengo,

cuando todo me enseñó

que no hay un mundo,

en que pueda vivir

si no es contigo.


Cuando es fácil comprender,

que no existe

en mi un poema,

en el cuál no haya pensado

en tu cariño.


Yo perdí de ti , tu compañía,

pero a pesar que no estás,

estás conmigo.


Ya no veré tus ojos

nunca más,

como jamás podré decir

que te he perdido.


Gabriel Norberto Tornabene


EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA


Una mujer exquisita no es aquella que màs hombres tiene a sus pies, sino aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.

Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis màs terso o el cabello màs llamativo, es aquella que con tan solo una sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.

Una mujer valiosa no es aquella que tiene más tìtulos, ni más cargos acadèmicos, es aquella que sacrifica su sueño por hacer felices a los demás.

Una mujer exquisita no es la más ardiente, sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama.

Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada por ser admirada por su belleza y elegancia, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.

Y un HOMBRE........UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que valora a una mujer así.



Gabriel García Márquez

Plenitud - Victor Hugo


Puesto que apliqué mis labios a tu copa llena aún,

y puse entre tus manos mi pálida frente;

puesto que alguna vez pude respirar el dulce aliento

de tu alma, perfume escondido en la sombra.
Puesto que me fue concedido escuchar de ti

las palabras en que se derrama el corazón misterioso;

ya que he visto llorar, ya que he visto sonreír,

tu boca sobre mi boca, tus ojos en mis ojos.
Ya que he visto brillar sobre mi cabeza ilusionada

un rayo de tu estrella, ¡ay!, siempre velada.

Ya que he visto caer en las ondas de mi vida

un pétalo de rosa arrancado a tus días,
puedo decir ahora a los veloces años:

¡Pasad! ¡Seguid pasando! ¡Yo no envejeceré más!

Idos todos con todas nuestras flores marchitas,

tengo en mi álbum una flor que nadie puede cortar.
vuestras alas, al rozarlo, no podrán derramar

el vaso en que ahora bebo y que tengo bien lleno.

Mi alma tiene más fuego que vosotros ceniza.

Mi corazón tiene más amor que vosotros olvido.


Victor Hugo

Versión de L. S.

domingo, 18 de octubre de 2009

Confesión - Paul Gherardi


Sé que soy irritable, celoso, imperativo,
infeliz, exigente, que razones no escucho;
que siempre estoy buscándote querellas sin motivo;
¡y crees que no te quiero..y es que te quiero mucho!

Te busco, te regaño, y hago tu vida triste...
Serías más dichosa, por todos consentida,
si para mí no fueras cuanto en el mundo existe,
y si este amor no fuera todo el bien de mi vida.

¡Si tú me amaras, y si yo te amara,
cuánto te amaría!




jueves, 15 de octubre de 2009

Ahuyentar los fantasmas - Paulo Cohelo

Durante años Hitoshi intentó - inútilmente - despertar el amor de aquella a quien consideraba ser la mujer de su vida. Pero el destino es irónico: el mismo día que ella lo aceptó como futuro marido, también descubrió que tenía una enfermedad incurable y le quedaba poco tiempo de vida.
Seis meses después, ya a punto de morir, ella le pidió:
- Quiero que me prometas una cosa: que jamás te volverás a enamorar. Si lo haces, volveré todas las noches para espantarte.
Y cerró los ojos para siempre. Durante muchos meses, Hitoshi evitó aproximarse a otras mujeres, pero el destino continuó irónico, y él descubrió un nuevo amor. Cuando se preparaba para casarse, el fantasma de su ex amada cumplió su promesa y apareció.
- Me estás traicionando - le dijo.
- Durante años te entregué mi corazón y tú no me correspondías -respondió Hitoshi - ¿No crees que merezco una segunda oportunidad de ser feliz?.

Pero el fantasma de la ex amada no quiso saber disculpas, y todas las noches venía para asustarlo. Contaba con todo detalle lo que había sucedido durante el día, las palabras de amor que él había dicho a su novia, los besos y abrazos que se habían intercambiado.
Hitoshi ya no podía dormir, así que fue a buscar al maestro zen Bashó.
- Es un fantasma muy listo - comentó Bashó.
- ¡Ella sabe todo, hasta los menores detalles! Y ya está acabando con mi noviazgo, porque no consigo dormir y en los momentos de intimidad con mi amada me siento muy inhibido.
- Vamos a alejar este fantasma - garantizó Bashó.
Aquella noche cuando el fantasma retornó, Hitoshi lo abordó antes de que dijera la primera frase.
- Eres un fantasma tan sabio, que haremos un trato. Como me vigilas todo el tiempo, te voy a preguntar algo que hice hoy: si aciertas abandono a mi novia y nunca más tendré mujer. Si te equivocas, has de prometer que no volverás a aparecer, so pena de ser condenado por los dioses a vagar para siempre en la oscuridad.
- De acuerdo - respondió el fantasma, confiada.
- Esta tarde estaba en el almacén y en un determinado momento cogí un puñado de granos de trigo de dentro de un saco.
- Sí, lo vi - dijo el fantasma.
- La pregunta es la siguiente: ¿cuántos granos de trigo tenía en mi mano?.
El fantasma en ese instante comprendió que no conseguiría jamás responder la pregunta. Y para evitar ser perseguido por los dioses en la oscuridad eterna, decidió desaparecer para siempre.
Dos días después Hitoshi fue hasta la casa del maestro zen.
- Vine a darle las gracias.
- Aprovecha para aprender las lecciones que hacen parte de esta experiencia - respondió Bashó.
"En primer lugar, aquel espíritu volvía siempre porque tenías miedo. Si quieres alejar una maldición, no le des la menor importancia."
"Segundo: el fantasma sacaba provecho de tu sensación de culpa: cuando nos sentimos culpables, siempre deseamos - inconscientemente - el castigo."
"Y, finalmente: nadie que realmente te amara te obligaría a hacer ese tipo de promesa. Si quieres entender el amor, aprende la libertad."
Paulo Coelho


Amar es.....


Amar es una angustia, una pregunta, una suspensa y luminosa duda;es un querer saber todo lo tuyo y a la vez un temor de algo.
Amar es reconstruir, cuando te alejas, tus pasos, tus silencios, tus palabras, y pretender seguir tu pensamiento cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas.

Amar es una cólera secreta,una helada y diabólica soberbia.

Amar es no dormir cuando en mi lecho sueñas entre mis brazos que te ciñen, y odiar el sueño en que, bajo tu frente, acaso en otros brazos te abandonas.

Amar es escuchar sobre tu pecho, asta colmar la oreja codiciosa,el rumor de tu sangre y la marea de tu respiración acompasada.

Amar es absorber tu joven savia y juntar nuestras bocas en un cauce hasta que de la brisa de tu aliento se impregnen para siempre mis entrañas.
Amar es una envidia verde y muda,una sutil y lúcida avaricia.

Amar es provocar el dulce instante en que tu piel busca mi piel despierta; saciar a un tiempo la avidez nocturna y morir otra vez la misma muerte provisional, desgarradora, oscura.

Amar es una sed, la de la llaga que arde sin consumirse ni cerrarse, y el hambre de una boca atormentadaque pide más y más y no se sacia.

Amar es una insólita lujuria y una gula voraz, siempre desierta.

Pero amar es también cerrar los ojos, dejar que el sueño invada nuestro cuerpo como un río de olvido y de tinieblas, y navegar sin rumbo, a la deriva: porque amar es, al fin, una indolencia.

viernes, 2 de octubre de 2009

Canción para la esposa ajena - José Angel Buesa


Tal vez guardes mi libro en alguna gaveta,
sin que nadie descubra cual relata su historia,
pues será simplemente, los versos de un poeta,
tras de arrancar la pagina de la dedicatoria...
Y pasarán años... Pero acaso algún día,
o acaso alguna noche que estés sola en tu lecho,
abrirás la gaveta - como una rebeldía,
y leerás mi libro- tal vez como un despecho.

Y brotará un perfume de una ilusión supremas
obre tu desencanto de esposa abandonada.
Y entonces con orgullo, marcaras la página...
y guardarás mi libro debajo de la almohada.

ALUMBRAMIENTO

Yo no temo Señor, esto
me iguala a ti, que me creaste.
Del fondo de mi entraña, torbellino de sombras,
tus siete días nacen.

La cósmica alborada que encendiste gigante,
será un milagro nuevo,
poniendo en resplandores su anuncio por mi carne.

En mi dolor, el caos, aquel que tú ordenaste,
y me oprimen tus rocas, me socavan tus mares,
me atraviesan tus peces de filosas escamas,
y se brota mi cuerpo con tus plantas salvajes.

De la hoguera al rocío,
del fondo del misterio tu fuego por mi río.
Mis raíces se aferran, mi corteza se parte.
Por cavernas y bosques se desgarra mi grito
y en la noche sin bridas se desboca mi sangre.
Mi cansancio desciende con su fina llovizna.
Un helecho que trepa hacia el sol, del abismo;
se incorpora mi fuerza... ya se enciende la chispa.

En el centro del todo va creciendo la nada,
remolinos que giran enredando mis aspas,
y mi lágrima arrastra sus arenas de acíbar.

Y desnuda y abierta, secular amenaza,
va mordiendo mi carne su castigo la Biblia.
Trayectoria de lanzas,
tu génesis recorre mi cuerpo fibra a fibra.
Y tu tierra y tus soles y tu fuego y tu aire,
y tu agua y tus días,
se concentran en torno de mi fragua encendida.

Así fue la mañana.
Arco iris, el llanto que cantó son de vida.
Se soltaron las voces de mis dos fuentes blancas,
y la paz de los lagos:
Bajo un cielo de párpados, mi dolor sonreía.

Matilde Alba Swann(Con un hijo bajo el brazo- 1991)

Algún día - Poema de Darío Jaramillo Agudelo


Algún día escribiré un poema
que no mencione el aire ni la noche;
un poema que omita los nombres de las flores,
que no tenga jazmines o magnolias.

Algún día te escribiré un poema sin pájaros
ni fuentes, un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.

Algún día te escribiré un poema que se limite a pasar
los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada.

Sin comparaciones, sin metáforas, algún día escribiré
un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad estrujada de tu abrazo.

Algún día escribiré un poema, el canto de mí dicha.