miércoles, 22 de diciembre de 2010

No era amor - José Angel Buesa -


No era amor. Fue otra cosa
Pero según murmuran en la ciudad aquella,
yo cometí el delito de inventarte una estrella,
y fue tuyo el pecado de ofrecerme una rosa.


No era amor, no era eso
que se enciende en la sangre como una llamarada;
Era mirar tus ojos y no decirte nada
o acercarme a tu boca sin codiciar un beso.


Tarde para mi hastío,
tarde para tu angustia de mariposa en vano,
era como dos ciegos que se daban la mano,
como dos niños pobres, tu corazón y el mío.


Nada más. Ni siquiera
suspirar en la lluvia de una tarde vacía,
No era amor, fue otra cosa. No se lo que sería
Yo sé que es triste que nadie lo creyera.


José Angel Buesa





martes, 21 de diciembre de 2010

Cuando tu seas viejo - Madelca -


Cuando tú seas viejo e imagines tu futuro incierto,
cuando el pelo encanezca y la piel por los años se aje,


cuando la vista y el oído del todo no te alcancen,
mirarás a los otros casi con desconcierto.


Mirarás a tus pares que allí serán tu espejo,
que mostrarán muchas veces tu imágen,

la imagen que de jóven ni siquiera soñaste,
pero que llega, dulce, tranquila y a la espera de un
beso.


Y entonces será el momento preciso, el del recuerdo
de los que ayer te pidieron que les hablaras claro,


que tuvieras paciencia, cuando aún sin quererlo
olvidaran las cosas que hace un minuto hicieron-


No te fastidies, ten paciencia y ten claro
que un día, tú también, serás un dulce viejo.


autora:


María del Carmen Reyes (Madelca)





Envío - José Angel Buesa -


La vida pasa; la vida rueda...
Quizás se aparten tu alma y la mía,
pero el recuerdo nace y se queda...
Y aunque el deseo no retroceda
y nuestra llama se apague un día,
mientras yo pueda soñar, y pueda
regar mis sueños en la vereda
de la armonía,
tendré la dulce melancolía
de aquellas frases entre la umbría
y aquellos besos en la alameda.


José Ángel Buesa

Recordándote (Un poema de Paula Romero)


Si mis llagas no penetran en tu aliento
Sé que muero cuando en él no puedo ahogarme,
sobrarían las palabras y el intento
de poder con mis manos pronunciarte.


No me niegues el sabor de tus mejillas
ni me impongas tus fronteras para amarte
no resisto mucho tiempo tanto olvido
me sofoco de tan solo imaginarte.


Yo quisiera con mi alma acariciarte
y poder en tu boca hacer un nido,
arraigar mis deseos en tu pecho,
exiliar todas tus penas al besarte.


Impregnar mi corazón de tanto anhelo
me ha llenado de ansiedad el recordarte,
en mi sangre se fundieron tus palabras
tu mirada se gravó como un tatuaje


La inmutable sencillez de contemplarte
y la dulce majestad de ser tu abrigo
me provoca un caudal de tempestades
y la audacia de quien vibra sobre un hilo.


No consigo desviar mis pensamientos,
el quererte me dejó la piel tan frágil,
que vencida ya no trato de olvidarte
y ahora solo me consuelo con amarte.


Paula Romero



viernes, 17 de diciembre de 2010

Navidad



Vino para los hombres la paz de las alturas,
y en el mezquino establo, corona de un alcor,
tras angustiosa noche de maternas torturas,
Jesús cayó en la tierra, débil como una flor.


Música de las cosas alegró las oscuras
bóvedas del pesebre, y en un himno de amor
adoraron al niño las humildes criaturas:
un asno con su aliento, con su flauta un pastor.


Después, los adivinos de comarcas remotas
ofrendáronle mirra, y en sus lenguas ignotas
al pequeño llamaron Príncipe de Salem.

Mientras en el Oriente con pestañeos vagos
dulcemente brillaba la estrella de los magos,
los corderos miraban hacia Jerusalén.


Víctor M. Londoño


(1870 - 1936)





viernes, 10 de diciembre de 2010

Poema de la espera - José Angel Buesa


Yo sé que tú eres de otro y a pesar de eso espero.
Y espero sonriente porque yo sé que un día
como en amor, el último vale más que el primero
tu tendrás que ser mía.


Yo sé que tú eres de otro pero eso no me importa.
Porque nada es de nadie si hay alguien que lo ansía.
Y mi amor es tan largo y la vida es tan corta
que tendrás que ser mía.


Yo sé que tú eres de otro pero la sed se sacia
solamente en el fondo de la copa vacía.
Y como la paciencia puede más que la audacia
tú tendrás que ser mía.


Por eso en lo profundo de mis sueños despiertos
yo seguiré esperando porque sé que algún día
buscarás el refugio de mis brazos abiertos
y tendrás que ser mía.
José Angel Buesa



El Gigante blanco - Al Doctor Favaloro

Así lo vi aquel día...
Paseaba como un ángel que custodia
a los seres que el Señor señalaba.
Y lo admiré; tan grande, tan fuerte y poderoso,
que mis ojos no dejaron de mirarlo un instante.

Cuando se me acercó, sentí algo parecido
a la falta de palabras, al calor en el alma.

El gigante de blanco se paró frente a mí
y con esa humildad que solo es de los grandes,
rozó apenas mi cara, me sonrió con cariño,
me dijo tan solo ¿cómo estás? y siguió su camino
por los blanco pasillos, con su paso cansino
y su mirada clara.

Hacía pocos días, mi corazón, abierto en dos,
descansaba en las manos de quienes él formara
y hoy late tranquilo, ya devuelto a la vida,
que poca le quedaba.


El gigante de blanco me lo había dado todo.
Cuando el mío ya sano, latía, sentía, amaba,
el suyo en mil pedazos
hasta los brazos del Señor llegaba.


María del Carmen Reyes
Madelca.

jueves, 9 de diciembre de 2010

La Hora



Tómame ahora que aun es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.


Tómame ahora que aun es sombría
esta taciturna cabellera mía.


Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.


Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.


Ahora que mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.


Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso mas tarde tendré!


Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.


¡Tómame ahora que aun es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!


Hoy, y no mas tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.


Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?



Juana Ibarbourou

lunes, 22 de noviembre de 2010

Si YO TUVIERA MI VIDA PARA VIVIRLA DE NUEVO - por Erma Bombeck


(escrito después que ella descubriera que estaba muriendo de cáncer).


 
Si YO TUVIERA MI VIDA PARA VIVIRLA DE NUEVO - por Erma Bombeck
(escrito después que ella descubriera que estaba muriendo de cáncer).

Me habría ido a la cama cuando estaba enferma en vez de pretender que la tierra se
pararía si yo no estuviera en ella al día siguiente.

Hubiera encendido la vela rosada en forma de rosa antes de que se derritiera guardada
 en el armario.

Habría invitado a mis amigos a cenar sin importar que la alfombra estuviese manchada y
 el sofá descolorido.

Habría comido las palomitas de maíz en el "salón de las visitas" y me habría preocupado
 menos de la suciedad cuando alguien quisiese prender el fuego en la chimenea.
 
Me habría dado el tiempo para escuchar a mi abuelo divagando sobre su juventud.
 
Habría compartido más de las responsabilidades que llevaba mi marido.
 
Nunca habría insistido en llevar cerradas las ventanas del carro en un día de verano
 porque me acababa de peinar y no quería que mi pelo se desarreglara.
 
Me habría sentado en el prado sin importar las manchas de la hierba.

Habría llorado y reído menos viendo televisión y más mientras vivía la vida.
 
Nunca habría comprado algo debido a que era práctico, no se ensuciaba o estaba
garantizado para durar toda la vida.
 
En lugar de evitar los nueve meses de embarazo, habría atesorado cada momento y
comprendido que la maravilla que crecía dentro de mi, era mi única oportunidad en la
vida de asistir a Dios en un milagro.

 
Cuande mis hijos me besasen impetuosamente, nunca habria dicho "más tarde, ahora ve y
 lavate para la cena", Habría habido mas "te quiero" y más "lo siento" 


Pero sobre todo, quiero darle otra oportunidad a la vida, quiero aprovechar
cada minuto. Mirar las cosas y realmente verlas... vivirlas y nunca volver atrás.


 ¡DEJAR DE PREOCUPARME POR LAS COSAS PEQUEÑAS!!! 

No te preocupes sobre a quien no le agradas, quien tiene más o quien hace que.
 En lugar de eso, atesoremos las relaciones que tenemos con aquellos que de verdad nos
 quieren.


"los amigos mantienen el mundo en movimiento"


 

lunes, 8 de noviembre de 2010

Himno a la libertad - (De El Sueño de un proscrito)



«Salve, salve, deidad peregrina,
por los déspotas siempre ultrajada;
otra vez por un Dios rescatada
más hermosa te vemos brillar».


    Eres siempre aquel astro que brilla  
de los pueblos mostrando el destino;
eres sol que fecunda el camino
de ventura, de gloria y de paz;
eres soplo de Dios con que al hombre
del cobarde letargo despierta;  
eres ángel que vela en la puerta
de ese templo de gloria inmortal.


«Salve, salve, deidad peregrina,
por los déspotas siempre ultrajada;
otra vez por un Dios rescatada
más hermosa te vemos brillar».


 Hoy el pueblo conoce dichoso
el influjo que debes al cielo,  
hoy desgarras propicia ese velo
que en tinieblas hundió la ciudad:
hoy el hijo le debe a su padre
que gimió largo tiempo expatriado,
hoy el hijo por ti rescatado  
de la madre en los brazos está.


«Salve, salve, deidad peregrina,
por los déspotas siempre ultrajada;
otra vez por un Dios rescatada
más hermosa te vemos brillar».




Hoy enjuga la esposa su llanto
y el esposo en tranquila bonanza
hoy bendice la dicha que alcanza  
respirando feliz en su hogar:
hoy los brazos extiende el amigo
al amigo que vio en desventura,
y se estrechan en dulce ternura
invocándote, santa deidad.
 
«Salve, salve, deidad peregrina,
por los déspotas siempre ultrajada;
otra vez por un Dios rescatada
más hermosa te vemos brillar».



Hoy despueblas las crudas montañas,
los desiertos y el suelo extranjero
que escucharon el ¡ay! lastimero
del proscrito que vieron vagar.
 
Salve, salve, deidad peregrina,
sin piedad tanto tiempo ultrajada,
no separes, por Dios, tu mirada,
que es un rayo de luz celestial.
«Salve, salve, deidad peregrina,
por los déspotas siempre ultrajada;
otra vez por un Dios rescatada
más hermosa te vemos brillar».
  


En tu nombre hemos visto elevarse
al cobarde, al traidor, al infame;
en tu nombre hubo monstruo que llame
sus crueldades, virtud, libertad;
en tu nombre al genízaro altivo,
por la voz de su jefe azuzado,
hemos visto blandir descarado
tinto en sangre el agudo puñal.


«Salve, salve, deidad peregrina,
por los déspotas siempre ultrajada;
otra vez por un Dios rescatada
más hermosa te vemos brillar».



En tu nombre también al ministro
del Señor hemos visto injuriado,
y proscrito y cruelmente ultrajado,
porque fue de virtud ejemplar,
¡oh, qué horror! la beldad en tu nombre
en oscuras mazmorras gemía;


¡oh, qué horror! los insultos sufría
del esbirro sacrílego audaz.


«Salve, salve, deidad peregrina,
por los déspotas siempre ultrajada;
otra vez por un Dios rescatada
más hermosa te vemos brillar».


 En tu nombre el traidor halló premios,
en tu nombre medró el asesino,
en tu nombre un salvaje beduino
holló leyes, honor y moral;
mas, cual astro que siempre señala
a los pueblos su hermoso destino,
hoy nos abres propicia el camino
de ventura, de gloria y de paz.


«Salve, salve, deidad peregrina,
por los déspotas siempre ultrajada;
otra vez por un Dios rescatada
más hermosa te vemos brillar».


Rafael Carvajal

Rafael Carvajal



Rafael Carvajal (1818-1881)


    
Nota biográfica


Nació cerca de Ibarra, ciudad norteña del Ecuador, en una finca del solar de la familia. Vinculada a la nobleza de su provincia, recibió educación tan esmerada como lo permitían las circunstancias de época tan azarosa.


Sobre esta base pudo desplegar sus claros talentos, llegando pronto como estadista a ocupar las posiciones más altas. Fue desde los bancos de la universidad amigo constante de García Moreno, a quien secundó eficazmente en el poder, que le ayudó a conquistar con sacrificio del patrimonio de la familia, siendo en adelante su más asiduo e importante colaborador.


Fue poeta de ocasión, cuando la soledad del ostracismo o el vacío angustioso de la decepción le ponían la lira en las manos. (Luce un lenguaje puro y versificación suelta y elegante, y, en veces, dones satíricos notorios que determinaron graves alternativas en su carrera política).


Colaboró en El Nacional con prosa de combate y en El Iris con poemas satíricos o sentimentales en que daba desahogo a sus más íntimos impulsos. Selecciones   -60-   de sus poesías aparecieron sucesivamente en La Lira Ecuatoriana de Molestina, en el Parnaso Ecuatoriano de Gallegos Naranjo y en La Nueva Lira de Echeverría.


Nada nuevo aportó la antología académica de 1892; en todo caso, estas selecciones no parecen haberse hecho con el mejor gusto. Un cuaderno de versos de más de cien páginas, si no de su puño y letra, corregido por él, ha llegado mutilado y destrozado a la biblioteca del Instituto de Humanidades Clásicas que el colegio de jesuitas de Cotocollao viene formando con meritoria diligencia. Pero siquiera una tercera parte ha sido cercenada y otra tercera parte está casi destruida. Sin embargo, nos ha proporcionado algunas composiciones inéditas, que damos a conocer, y nos ha permitido corregir el texto de las ya publicadas.


El juicio más discreto sobre Carvajal como hombre de estado, pertenece al concienzudo historiador de García Moreno, don Luis Robalino Dávila, quien lo formula así: «El respeto a la administración pública...; el convencimiento de que sólo personas hondamente enraizadas en la tierra natal y pertenecientes a familias honorables -la familia es el pronóstico del destino, afirmó Lamartine- pueden trabajar tesonera y limpiamente por el bien común; hicieron que García Moreno echase siempre mano, para colaboradores suyos en puestos de confianza, de personas consideradas y de claros antecedentes en el medio en que vivían. Y aún antes de 1860, sin alarde alguno de gobierno aristocrático, se había adoptado esta norma. Quedaron para mucho más tarde las improvisaciones».


«Al tomar posesión por vez primera del solio -continúa- García Moreno nombró el 2 de abril de 1861, Ministro de lo Interior y Relaciones Exteriores al doctor don Rafael Carvajal... descendiente quizás de don Antonio Carvajal, uno de los primeros regidores de Ibarra a raíz de su fundación... Fueron compañeros de estudio en la universidad y los dos se recibieron   -61-   de abogados el mismo día. Su amistad era, pues, muy antigua... En el gobierno provisorio García Moreno distinguió mucho a su colega Carvajal. Fue indudable que, sea por cierta afinidad de carácter, sea por estrecha compenetración de ideas y sentimientos... Carvajal fue el colaborador ideal para García Moreno, quien lo llevó a todos los honores: Diputado, Ministro de Estado, Vicepresidente de la República, Presidente de la Convención de 1869. Ministro después, hasta 1875, de la Corte Suprema de Justicia. Muerto García Moreno, Carvajal combatió a Veintemilla, que le desterró; murió en Lima en 1877, a los 59 años»18.



martes, 5 de octubre de 2010

Vuelvo a mirarte



Vuelvo a mirarte: estás                   


y eres el mismo:


Los ojos y las manos, y ese gesto


de la boca, entre tierno y despectivo.





Vuelvo a mirarte: ya no digo nada.


Me he quedado de pronto


con los labios vacíos,


sin pasión, sin enojo, sin impulsos,


sin reproches, sin nada que decirnos,


sin nada que pedir.


Sin nada mío.





Apenas con un resto de ternura


no se si para ti o para conmigo


para envolverme en ella al quedar sola,


no más sola que ahora. Yo te miro:


tú estás sereno al fin.





Y estás tranquilo


porque me quedo quieta entre tus manos


y me callo y sonrío


nunca sabrás, mi pobre amor, qué pienso


cuando sonrío así.





Y alguna vez sabrás que me has perdido.


Mañana o no se cuando. Todavía


no están del todo secas estas ramas.


Pero hoy ha comenzado nuestro otoño


y hace frío





Hoy empiezo a quererte un poco menos,


hoy dejas de dolerme y no estoy triste. 


  
Julia P. Farny

sábado, 18 de septiembre de 2010

A un poeta menor de la antología

¿Dónde está la memoria de los días
que fueron tuyos en la tierra, y tejieron
dicha y dolor y fueron para ti el universo?

El río numerable de los años
los ha perdido; eres una palabra en un índice.

Dieron a otros gloria interminable los dioses,
inscripciones y exergos y monumentos y puntuales historiadores;
de ti sólo sabemos, oscuro amigo,
que oíste al ruiseñor, una tarde.

Entre los asfodelos de la sombra, tu vana sombra
pensará que los dioses han sido avaros.

Pero los días son una red de triviales miserias,
¿y habrá suerte mejor que ser la ceniza,
de que está hecho el olvido?

Sobre otros arrojaron los dioses
la inexorable luz de la gloria, que mira las entrañas y enumera las grietas,
de la gloria, que acaba por ajar la rosa que venera;
contigo fueron más piadosos, hermano.

En el éxtasis de un atardecer que no será una noche,
oyes la voz del ruiseñor de Teócrito.

Jorge Luis Borges

José Saramago - Premio Nobel Litaratura 1998

Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros
viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen por qué decir: Eres muy joven... no lo lograrás.

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten
en esperanza.
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de
una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años tengo?
No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas
que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas... Valen mucho más que eso.
¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta! Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero,
pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos

¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.

José Saramago

Premio Nobel Litaratura 1998

Hasta el cielo - Gabriel Norberto Tornabene


Bajaré mi mano, tocaré el suelo,
alzaré mi vista, llegaré hasta el cielo,
avanzaré despacio sin sentirme triste,
de lo que no tuve y lo que fuí perdiendo.

Disfrutaré todo, todo lo que tengo,
junto a mis amigos verdaderos,
compartiré mi vida, y con ellos,
trataré que se cumplan mis simples sueños.

Siempre tendré a Dios como fiel aliado,
cabalgando juntos, escalando cuestas,
silencioso y fuerte, siempre de su mano.

Y a todos aquellos que he perdido,
llevaré hasta mi muerte siempre conmigo,
y serán la guía de un recto camino.

Gabriel Norberto Tornabene

Los espejos - Jorge luis Borges


Yo que sentí el horror de los espejos
no sólo ante el cristal impenetrable
donde acaba y empieza, inhabitable,
un imposible espacio de reflejos

sino ante el agua especular que imita
el otro azul en su profundo cielo
que a veces raya el ilusorio vuelo
del ave inversa o que un temblor agita

Y ante la superficie silenciosa
del ébano sutil cuya tersura
repite como un sueño la blancura
de un vago mármol o una vaga rosa,

Hoy, al cabo de tantos y perplejos
años de errar bajo la varia luna,
me pregunto qué azar de la fortuna
hizo que yo temiera los espejos.

Espejos de metal, enmascarado
espejo de caoba que en la bruma
de su rojo crepúsculo disfuma
ese rostro que mira y es mirado,

Infinitos los veo, elementales
ejecutores de un antiguo pacto,
multiplicar el mundo como el acto
generativo, insomnes y fatales.

Prolonga este vano mundo incierto
en su vertiginosa telaraña;
a veces en la tarde los empaña
el Hálito de un hombre que no ha muerto.

Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro
paredes de la alcoba hay un espejo,
ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en el alba un sigiloso teatro.

Todo acontece y nada se recuerda
en esos gabinetes cristalinos
donde, como fantásticos rabinos,
leemos los libros de derecha a izquierda.

Claudio, rey de una tarde, rey soñado,
no sintió que era un sueño hasta aquel día
en que un actor mimó su felonía
con arte silencioso, en un tablado.

Que haya sueños es raro, que haya espejos,
que el usual y gastado repertorio
de cada día incluya el ilusorio
orbe profundo que urden los reflejos.

Dios (he dado en pensar) pone un empeño
en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura
del cristal y la sombra con el sueño.

Dios ha creado las noches que se arman
de sueños y las formas del espejo
para que el hombre sienta que es reflejo
y vanidad. Por eso no alarman.



Sentir el universo - Gabriel Norberto Tornabene


Sentir el Universo, muy cerca de los ojos,
captar en los sentidos, la luz, la claridad,
frescura de un rocío de noche de amantes,
recuerdos del pasado que no volverá.

Sentir que tu eres mía, en todo momento,
que me extrañas en la noche si me alejo,
que el solo recuerdo de mi voz en tus oídos,
te hace sentir unida al sabor de mis besos.

Sentir que estamos juntos a pesar del tiempo,
a pesar de las sombras que tratan en la noche,
de ocultar el majestuoso amor que nos tenemos.

Sentir que nos amamos, sentir que nos queremos,
que cuando surge la penumbra de la soledad,
se acrecienta la atracción y renacemos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Vacío del Alma - JOSEPH NEWTON


¿Tienes el hábito de juntar objetos inútiles,
creyendo que un día... (No sabes cuándo)....Vas a necesitarlos?

¿Tienes el hábito de juntar dinero, sólo para no gastarlo pues piensas que en el futuro podrá hacerte falta?

¿Tienes el hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usas desde hace mucho tiempo?

¿Y dentro tuyo...?
¿Tienes el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas, miedos y demás?

¡Eso jamás lo hagas!
¡Va contra tu prosperidad!

Es preciso que dejes un espacio, un vacío,
para que cosas nuevas lleguen a tu vida.

Es preciso que te deshagas de todo lo inútil
que hay en ti y en tu vida, para que la prosperidad llegue.

La fuerza de ese vacío es lo que absorberá y atraerá todo lo que deseas.

Mientras estés, material o emocionalmente,
cargando sentimientos viejos e inútiles,
no tendrás espacio para nuevas oportunidades.

Los bienes necesitan circular...
Limpia los cajones, los armarios,
el cuarto de enseres, el garage...

Dona todo aquello que ya no uses...

La actitud de guardar un montón de cosas inútiles
solo encadenan tu vida.

No son los objetos guardados los que estancan tu vida...
Sino el significado de la actitud de guardar...

Cuando se guarda,
se considera la posibilidad de falta, de carencia...

Se cree que mañana podrá faltar,
y que no tendrás manera de cubrir esas necesidades...

Con esa idea, le estás enviando
dos mensajes a tu cerebro y a tu vida...

que no confías en el mañana...

y que piensas que lo nuevo y lo mejor NO son para ti,
por eso te alegras guardando cosas viejas e inútiles.

Deshazte de lo que ya perdió el color y el brillo...

Deja entrar lo nuevo a tu casa... Y dentro de ti mismo...

Por eso, después de leer esto...
No lo guardes...

Hazlo circular...para
Que la prosperidad y la paz pronto lleguen a ti.













miércoles, 1 de septiembre de 2010

Limpiando el alma


He tirado las rosas marchitas
y he sembrado nuevas primaveras,
he borrado nubes tormentosas
pintando arco iris
del color de la esperanza.

Abrí las pestañas de mi ventana
e invité al sol a desayunar conmigo.
Vacié las tazas con pozos añejos
y en el jarrón de la ilusión puse
ramas de olivo y de hierbabuena.

Aquella caracola con tu susurro,
la he devuelto al mar de mi olvido,
junto aquel verso escrito a destiempo
que hablaba de amores,
de besos y risas,
de soles y cielos,
de flores y mares
y que tenía tu nombre
con sangre grabado.
Sólo me queda limpiar las telarañas
que aún quedan colgando
en los rincones de mi soledad.

Marila, estás siempre con nosotras

lunes, 23 de agosto de 2010

Esta lluvia, el perdón y mis rosales


Y la lluvia sonríe, canta dentro
del cristal que me habita
y repercutes
obre un suelo ya antiguo
en otras lluvias, y otras tardes miradas
desde lejos.

Mi ventana de ver el mundo, abierta,
y mi puerta a algún náufrago,
descubro
que no hay puertas,
que nunca hubo ninguna
para abrir, ni cerrar; que estuve afuera.

Y esta lluvia...

La tarde me habla quedo
como un hombre, cansado ya de días,
que repite y repite la aventura
no vivida,
y es su única aventura.

Que no sea la noche aún, imploro;
que esta penumbra se prolongue
y siga.

Que no llegue la sombra, que no arribe
la hora parda,
y el agua me columpia; recién nazco,
es temprano, necesito
de la gracia de un pétalo de tiempo,
del milagro de dar
mi voz exacta.

Un rocío ya apenas, esta lluvia
se ha quedado fulgiendo
en las corolas
amarillas y rojas de mi patio.

En cada gota yo te absuelvo escucho,
de la espina y la herida
que causaste.
Esta lluvia, el perdón, y mis rosales.
Emplumada de gris, vuela la tarde.

Matilde Alba Swann
(Crónica de mí misma- 1980)

El amor no es un juego - Madelca


Niña busca el amor, aunque no te encadene.
No es un juego, un deleite; efímero momento...
Es algo más que eso , es entrega, es tormento,
es dolor y es la dicha, que ningún otro sentimiento tiene.

Dale al amor el valor que solo él merece.
No te dejes llevar por el encantamiento
que un minuto de placer y de contento
te produce la entrega tan efímera y breve.

Ama con el cuerpo, pero más con en el alma.
Solo así sentirás la verdadera calma ,
el bullir de tu sangre , la amanecida luz de la esperanza.

Y ahora ahoga la lágrima llorada
que mañana, cuando el intruso sol entre por tu ventana
le gritarás gozosa ¡ yo también soy amada!

Madelca
Mar del Plata 31/2/2001

El Vacío de mi alma


En el vacío de mi alma
le escribo a tu carismática mentira,
le escribo a tu alma confundida
por la mía,
le escribo a ese rostro
que me hiere y me da vida,
a tu sonrisa indeleble
que busca un pecho para llorar
y una almohada para pensar.

Le escribo al hombre que no amo,
que me buscó, me arrojó,
al final me mató,
que se esconde y se niega.

Le escribo al hombre
que me recuerda y se ausenta
porque estamos prohibidos,
le escribo al hombre
que mató y bailó
sobre mi cuerpo.

Ahí donde mis pensamientos
te encontraron,
me hicisteis mujer,
amante, odiosa, feliz y melancólica.
Hoy le escribo al vacío que dejó tu ausencia
y de tanto extrañar,
ya no te extraño.-