Yo vi tus lágrimas correr por tus mejillas.
Y esa agua bendita que mi sed calmó
Llegó hasta mi boca en un suspiro
E inundó mi corazón.
Cuánta dicha sin fin sentí al instante,
Cuánto de ti pasó a mi alma...
Un pájaro cantaba en el jardín
Bajo la intensa lluvia de tu amor.
Tomé tu mano y la acerqué a mi rostro
Y oh! milagro, de tus dedos
Brotaron rosas encarnadas
Que el rocío de mis lágrimas cubrió
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