Acaso está lloviendo también en tú ventana;
Acaso esté lloviendo calladamente, así.
Y mientras anochece de pronto la mañana,
yo sé que, aunque no quieras, vas a pensar en mi.
Y tendrá un sobresalto tu corazón tranquilo,
sintiendo que despierta su ternura de ayer.
Y, si estabas cosiendo, se hará un nudo en el hilo,
y aún lloverá en tus ojos, al dejar de llover.
José Angel Buesa
Quizá
Quizá no extrañarás mi voz que te envolvía y
anulaba tus malos pensamientos.
Quizá no verás mis ojos iluminarse con tu dulce aparecer.
Quizá no recordarás mis fuertes brazos que te
apretaban con dulzura y te protegían de las insidias como si hubieras sido un pequeño cachorro perdido.
Quizá no sentirás mis manos que te daban calor y tranquilidad.
Quizá no escucharás el latido fuerte de mi corazón enloquecido.
Quizá no sabrás lo dulce que es amarme con deseos infinitos.
Quizá....
(Autor desconocido por mí)
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