viernes, 9 de noviembre de 2012
Mensaje de amor
En algún momento un médico determinará que mi
corazón ha dejado de funcionar y que en verdad mi
vida se ha terminado.
Cuando esto suceda, no traten de revivirme artificial-
mente por medio de aparatos, y dondequiera que me
encuentre no lo llamen "mi lecho de muerte". Llámenlo
"mi lecho de vida " y dejen que mi cuerpo vaya de allí
a ayudar a que otros gocen de una vida plena.
Den mi vista a alguien que nunca haya visto un amanecer,
la cara de un bebé o el amor en los ojos de una mujer.
Den mi corazón a alguien a quien el suyo no le haya causado
más que interminables días de dolor.
Den mi sangre a algún adolescente rescatado de entre
las ruinas de un automóvil accidentado, para que pueda
vivir y llegar a gozar del juego de sus nietos.
Den mis riñones a quien dependa de una máquina para
seguir existiendo semana tras semana.
Tomen mis huesos, todos mis músculos y todas y cada
una de las fibras y nervios de mi cuerpo y encuentren
la manera de hacer caminar a un niño lisiado.
Exploren cada rincón de mi cerebro. Si fuera necesario,
tomen todas las células para que algún día un niño pueda
gritar con la emoción del deporte y una niña sorda pueda
oír el sonido de la lluvia contra los cristales de la ventana.
Cremen lo que quede de mí y echen mis cenizas a los
cuatro vientos, para ayudar a que crezcan las flores.
Y si tienen la necesidad de enterrar algo, les dejo mis defectos,
mis debilidades y todos mis perjuicios contra mis
semejantes.
Mi alma dénsela a Dios.
Y si por casualidad alguien quiere recordarme, hágalo con
una buena palabra o acción hacia quien lo necesite. Si hacen
lo que les pido, viviré eternamente.
anónimo
(¿no lo harías tú....?)
Cuando una flor muere, nace una semilla;
cuando una semilla muere, nace una planta.
Y la vida sigue su camino más fuerte que la muerte.-
Rabindranath Tagore
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