miércoles, 30 de marzo de 2011
El Vino
Sí señor, sí señor,
El vino puede sacar cosas que el hombre se calla
Que deberían salir cuando el hombre bebe agua.
Va buscando pecho adentro por los silencios del alma
Y les va poniendo voces y los va haciendo palabras.
A veces saca una pena, que por ser pena es amarga,
Sobre su palco de fuego la pone a bailar descalza.
Y entonces…
vuelve la pena
a ser silencio del alma.
Sí señor,
El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla
Cosas que queman por dentro, cosas que pudren el alma
De los que bajan los ojos, de los que esconden la cara.
El vino entonces libera la valentía encerrada
Y los disfraza de machos, como por arte de magia.
Y entonces son … “bravucones”, hasta que el vino se acaba.
Pues del matón al cobarde, sólo media la resaca..
Sí señor, El vino puede sacar cosas que el hombre se calla.
Cambia el prisma de las cosas
cuando más les hace falta.
A los que llevan sus culpas
como una cruz a la espalda.
La impura se piensa pura
como cuando era muchacha
Y el astado regatea la medida de su drama…
Y todo tiene colores de castidad simulada.
Pues siempre acaban el vino
los dos, en la misma cama.
Sì, señor,
El vino puede sacar
cosas que el
hombre se calla.
Pero… qué lindo es el vino!
El que se bebe en la casa
del que está limpio por dentro
Y tiene…
…y tiene brillando el alma.
Que nunca le tiembla el pulso
cuando pulsa una guitarra,
Que no le falta un amigo
ni noches para gastarlas
Que cuando tiene un pecado,
siempre se nota en su cara
Que bebe el vino por vino,
y bebe el agua
…por agua…
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