No es un juego, un deleite; efímero momento...
Es algo más que eso , es entrega, es tormento,
es dolor y es la dicha, que ningún otro sentimiento tiene.
Dale al amor el valor que solo él merece.
No te dejes llevar por el encantamiento
que un minuto de placer y de contento
te produce la entrega tan efímera y breve.
Ama con el cuerpo, pero más con en el alma.
Solo así sentirás la verdadera calma ,
el bullir de tu sangre , la amanecida luz de la esperanza.
Y ahora ahoga la lágrima llorada
que mañana, cuando el intruso sol entre por tu ventana
le gritarás gozosa ¡ yo también soy amada!
Madel 13/02/2001.
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