martes, 24 de noviembre de 2009

Mi querida Daisy - Belkys


Puedo hablarte?, contarte algo que soñé las otras noches?
Tú caminabas solitario por un bosque bellísimo...ibas agobiado,cansado, quizá con que pensamientos en tu cabeza....De pronto te detuviste debajo de un árbol, y al pié del mismo descubriste una lápida...te acercaste para ver la fotografía que se encontraba en ella, estaba media cubierta por el musgo del bosque, pero lo retiraste, para ver a una bella joven que te miraba fijamente desde ahí...Trataste, ya con impaciencia, de retirar el resto del musgo sobre la leyenda...decía Daisy, mi querida hija...fallecida en el mes de marzo de... 1884...
Yo te observaba desde el alto...tú quedaste pensativo, mirando siempre esa lápida, luego te sentaste contra el tronco del árbol y sin quererlo te adormeciste.- Yo seguía suspendida en el espacio y observaba tus movimientos regulares al respirar.-
De pronto, algo se movió cerca de tí, y en un instante cual volutas de humo, fué elevándose de la lápida una figura casi transparente de una niña de largos cabellos y tez muy blanca. Sus rasgos eran angelicales, tú te despertaste, o por lo menos me pareció, no te asustaste, te pusiste de pié, ella te tomó la mano y se internaron en el bosque...Creí emloquecer, bajé sobre la tumba y vi a la misma niña que te había llevado hacia la espesura....Qué angustia !!!!
Dí muchas vueltas por los alrededores para ver si los encontraba y no pude ver nada,hasta que sentí que un pájaro trinaba sobre una rama, miré hacia arriba y allí, sentados sobre un tronco estaban los dos tomados de la mano y mirándose a los ojos. Tuve la impresión que los dos con las miradas se decían tantas cosas....
Por fín un golpe en la calle me despertó y me encontré bañada en transpiración y con la respiración agitada....Dios mío, qué pesadilla, dije....
Pasaron los días y una mañana decidí ir a caminar por ese bosque que había soñado....estaría ahí la lápida de Daisy?
Caminé desde muy temprano, pasé a través de arroyos y helechos casi gigantes...no podía estar ahí, no era ese el lugar. Seguí y seguí, hasta que me encontré en un claro del bosque donde había una construcción derruída, los restos de lo que había sido una pequeña Capilla donde ahora, los leñadores guardaban lo que recogían por esos lugares....Qué vieja y que rota estaba, fuí a verla mas de cerca y junto al muro encontré la lápida de mi sueño.- Pero la fotografía no era la de ella....Era la tuya...Y tenía la misma fecha.-Es que acaso esto no es también un sueño?..No, no lo es...¿Qué pasó para que tu fotografía esté ahí en esa tumba mas que centenaria?Mientras estaba pensando y mirando tu foto, se acercó un leñador...Y me dijo..."Vió lo que pudimos conservar de aquella tragedia que se vivió en estos parajes?"Si, quién es? "¿De qué tragedia me habla?".-"Un amor bellísimo, tronchado apenas estaba naciendo, por celos incomprensibles de un padre rencoros...vió la de la niña Daisy?""Si", le dije, "bueno" dijo el leñador, "venga vamos hasta ahí, tengo que llevarle unas flores que junté por aquí, siempre lo hago...".No podía decirle que la había visto en un sueño y que ahora no sabía dónde estaba, así que fuí caminando detrás de él, para que no se diera cuenta. A pocos minutos de camino, llegamos a aqué paraje conocido ya por mí...y alguien lloraba sobre la lápida...Eras tú...Y sabes que extraño? el leñador no dió muestras de haberte visto.-
Belkys

3 comentarios:

Graciela María dijo...

Bello cuento, amiga...
Este lugar está delicioso, así como tu cocina... Eres muy creativa para todo.

Gracias por haber llegado a mi vida...


Deseo que el próximo año sea de bendición para ti y los tuyos...



Te dejo un poema de mi autoría para esta Navidad, con todo mi cariño.




Navidad del 2009



Navidad de un año difícil,
en los distintos planos de la vida individual y social.



Tráenos niño con tu canasta de bienes plenos,
la paz que hemos perdido.



La salud, el trabajo y los sueños…



Repone los árboles que con nuestra ambición

desmedida quitamos.



Porque con nuestra maldad nos quedamos

sin fuerza en los brazos.



Repone el amor en nuestro corazón,

que aniquilamos con la soberbia.



Tantas equivocaciones que ahora,

quizás tarde nos damos cuenta.



Que tu luz nos transforme, para que seamos dignos de ti y

volvamos templados a la labranza



Labranza del alma, ahora arrepentida.





Autor: Graciela María Casartelli

Unquillo, Córdoba, Argentina.



Un abrazo grande, Graciela.

Unknown dijo...

Estoy encantada de haber entrado y conocido este lugar. Es realmente atractivo y de calidad. Felices fiestas! Elizabeth Otero-Krauthammer.

Unknown dijo...

Estoy encantada de haber entrado y conocido este lugar. Es realmente atractivo y de calidad. Felices fiestas! Elizabeth Otero-Krauthammer.