lunes, 8 de noviembre de 2010

Rafael Carvajal



Rafael Carvajal (1818-1881)


    
Nota biográfica


Nació cerca de Ibarra, ciudad norteña del Ecuador, en una finca del solar de la familia. Vinculada a la nobleza de su provincia, recibió educación tan esmerada como lo permitían las circunstancias de época tan azarosa.


Sobre esta base pudo desplegar sus claros talentos, llegando pronto como estadista a ocupar las posiciones más altas. Fue desde los bancos de la universidad amigo constante de García Moreno, a quien secundó eficazmente en el poder, que le ayudó a conquistar con sacrificio del patrimonio de la familia, siendo en adelante su más asiduo e importante colaborador.


Fue poeta de ocasión, cuando la soledad del ostracismo o el vacío angustioso de la decepción le ponían la lira en las manos. (Luce un lenguaje puro y versificación suelta y elegante, y, en veces, dones satíricos notorios que determinaron graves alternativas en su carrera política).


Colaboró en El Nacional con prosa de combate y en El Iris con poemas satíricos o sentimentales en que daba desahogo a sus más íntimos impulsos. Selecciones   -60-   de sus poesías aparecieron sucesivamente en La Lira Ecuatoriana de Molestina, en el Parnaso Ecuatoriano de Gallegos Naranjo y en La Nueva Lira de Echeverría.


Nada nuevo aportó la antología académica de 1892; en todo caso, estas selecciones no parecen haberse hecho con el mejor gusto. Un cuaderno de versos de más de cien páginas, si no de su puño y letra, corregido por él, ha llegado mutilado y destrozado a la biblioteca del Instituto de Humanidades Clásicas que el colegio de jesuitas de Cotocollao viene formando con meritoria diligencia. Pero siquiera una tercera parte ha sido cercenada y otra tercera parte está casi destruida. Sin embargo, nos ha proporcionado algunas composiciones inéditas, que damos a conocer, y nos ha permitido corregir el texto de las ya publicadas.


El juicio más discreto sobre Carvajal como hombre de estado, pertenece al concienzudo historiador de García Moreno, don Luis Robalino Dávila, quien lo formula así: «El respeto a la administración pública...; el convencimiento de que sólo personas hondamente enraizadas en la tierra natal y pertenecientes a familias honorables -la familia es el pronóstico del destino, afirmó Lamartine- pueden trabajar tesonera y limpiamente por el bien común; hicieron que García Moreno echase siempre mano, para colaboradores suyos en puestos de confianza, de personas consideradas y de claros antecedentes en el medio en que vivían. Y aún antes de 1860, sin alarde alguno de gobierno aristocrático, se había adoptado esta norma. Quedaron para mucho más tarde las improvisaciones».


«Al tomar posesión por vez primera del solio -continúa- García Moreno nombró el 2 de abril de 1861, Ministro de lo Interior y Relaciones Exteriores al doctor don Rafael Carvajal... descendiente quizás de don Antonio Carvajal, uno de los primeros regidores de Ibarra a raíz de su fundación... Fueron compañeros de estudio en la universidad y los dos se recibieron   -61-   de abogados el mismo día. Su amistad era, pues, muy antigua... En el gobierno provisorio García Moreno distinguió mucho a su colega Carvajal. Fue indudable que, sea por cierta afinidad de carácter, sea por estrecha compenetración de ideas y sentimientos... Carvajal fue el colaborador ideal para García Moreno, quien lo llevó a todos los honores: Diputado, Ministro de Estado, Vicepresidente de la República, Presidente de la Convención de 1869. Ministro después, hasta 1875, de la Corte Suprema de Justicia. Muerto García Moreno, Carvajal combatió a Veintemilla, que le desterró; murió en Lima en 1877, a los 59 años»18.



No hay comentarios: