jueves, 1 de noviembre de 2012

Colaboraciones amigas



      Qué fácil fue quererte




¡Qué fácil fue amarte y qué difícil tratar de olvidarte!
Quizás fueron de cristal tus ojos cuando me mirabas
o fue sólo que mi alma se le antojaba, tanto amarte
entre tinieblas de las soledades crujientes, apagadas. 

¡Qué ansiosa la entrega en remolinos se entregaba!
Ultrajando espesuras detenidas del mismo tiempo,
a través del sollozo vertido, impío de una lágrima.
Deseos que se quedaran moribundo en tus cabellos

Quise desnudar beso a beso, en idolatría tu alma,
buscando que algún sentimiento mío, estuviera en ti preso.
Fueron ilusiones fantasmales; sin piedad infundada.
Caminé tu cuerpo en vestimenta desnuda de lamentos.

¡Qué fácil quererte! Se quebraron en el intento mis alas.
Caí derrotada sin piedad; sobre el pedregal de tu pecho,
como se marchita la flor sin querer, al viento deshojada
en desnudez temeraria, el olvido en sombras del recuerdo.

Fue tu amor la tempestad donde tanto; de miedo naufragara
mi cuerpo a la medida perfecta en ironías de tu cuerpo.
Como se tiende solitaria en el mar, apacible la arena blanca.
Sólo esperándote en la calma furiosa, oleaje del deseo. 

Sólo en los secretíos primaverales en ausencia del mañana,
profundidades incoherentes; abrazando en nostalgias el infinito
nuestros labios en lejanías de espejismos unidos; se besaban
sin razones callejeras, dolientes, te buscaran en el mismo olvido.

Volveré en mis amoríos a sentirte vivo, cual fuego en llamarada.
¡Qué fácil fue quererte sin poder olvidarte y sólo para eso vivo,
mientras en vano intento, en el olvido; sepultar mis lágrimas!
Sin olvidar nunca jamás cuánto en martirio, te he querido!


Zuleika Merced 

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